dc.review.review | Merecedor del segundo premio del Régimen de Fomento a la Producción Literaria Nacional y Estímulo a la Industria Editorial año 2010, el tercer libro de poemas de Denise León (Tucumán, 1974) se estructura en tres partes, cada una de ellas titulada con un nombre femenino y un año específico: Luisa, 1914; Klara, 1939 y Alegre, 1971. Esta forma de organización introduce a los lectores a una de las preocupaciones fundamentales de la obra de León: la construcción del linaje familiar a través de las voces, miradas y cuerpos de las mujeres, a quienes se concede la preciada labor de preservación y transmisión de la memoria. Las fechas entraman, en clave poética, el escape de la guerra de un soldado turco, su periplo en barco, desde Esmirna hacia Argentina, y el impacto de la fuga en su familia directa y en su descendencia. La virtud narrativa de los poemas pone en cuestionamiento su estatuto genérico. Si bien la primera parte del poemario es la única bilingüe (español y ladino), las marcas de la oralidad persisten a lo largo de la obra, constituyendo otro rasgo recurrente en la poética de León. Tanto la dedicatoria a la madre como los epígrafes selectos (de Sholem Aleihem y George Perec) y los versos incrustados de otras poetas (Paulina Vinderman, Chus Pato e Irene Gruss), cuyas referencias se explicitan al final del libro, otorgan una patria posible para El saco de Douglas, que oscila entre la memoria de los afectos y los efectos de la memoria. | |